Después de semanas de protesta por el cierre de las
urgencias en Barruecopardo y Villarino, la Junta de Castilla y Valladolid
(perdón, y León) se ha pronunciado. Y, como suele ocurrir, no ha dado solución
al problema que ella mismo ha creado: las urgencias seguirán cerradas y los
vecinos de esos pueblos y comarcas seguirán teniendo que desplazarse a otros
sitios mucho más lejanos, lo que invalida “de
facto” el concepto de urgencia.
Desde el PREPAL (Partido Regionalista del País
Leonés) queremos hacer ver que la “solución”
(entre muchas comillas) que ha dado a estos pueblos la Junta es, a todas luces,
insuficiente. En otras palabras, es como querer acabar con el hambre a base de
caramelos. Por eso, desde el PREPAL seguimos apoyando todas las
reivindicaciones y movilizaciones que se lleven a cabo para que las urgencias
de Barruecopardo y Villarino sigan abiertas.
El artículo 43 de la Constitución se refiere,
precisamente, al derecho a la protección de la salud y dice, expresamente, que
los poderes públicos (en este caso, la Junta) debe tutelar esa salud a través
de las prestaciones y servicios necesarios. En criterio del PREPAL, el cierre
de estas urgencias choca frontalmente con lo expresado en dicho artículo de la
Constitución.
Por ello, desde el PREPAL (Partido Regionalista
del País Leonés) exigimos la reapertura de las urgencias de Barruecopardo y
Villarino, del mismo modo que exigimos y exigiremos siempre la construcción de
un hospital comarcal en Ciudad Rodrigo. La Constitución nos ampara.
Por nuestra historia. Por nuestra cultura. Por nuestra gente.
Salamanca, Zamora, León. ¡¡AUTONOMÍA LEONESA YA!!
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